miércoles, 10 de junio de 2015

El Renacimiento


                                                              El  Renacimiento
El Renacimiento es uno de los grandes momentos de la historia universal que marcó el paso de mundo Medieval al mundo Moderno. Es un fenómeno muy complejo que impregnó todos los ámbitos yendo por tanto, más allá de lo puramente artístico como ha querido verse.
Para muchos autores empieza en 1453 con la conquista turca de Constantinopla. Según otros es un nuevo periodo que surge desde el descubrimiento de la imprenta, e incluso se considera que no se produce hasta que Copérnico descubre el sistema heliocéntrico; pero la fecha tope es 1492, con el descubrimiento de América.

El término Renacimiento deriva de la expresión italiana rinascita, vocablo usado por primera vez por el literato Petrarca y revalorada por el arquitecto y teórico Giorgio Vasari, que la delimita en el mismo momento histórico en que tuvo lugar este movimiento cultural. Vasari lo acuÒa en su obra Vidas de los más ilustres artistas para referirse a un movimiento que hace resucitar en el arte y la cultura los valores espirituales de la antiguedad clásica. El término no empieza a utilizarse hasta el siglo XVI, pero no será consagrado en sentido histórico, social y cultural hasta mediados del siglo XIX.
Será a partir de este momento cuando ya cobrará fuerza el redescubrimiento del hombre como individuo, el redescubrimiento del mundo como armonía y realidad que rodea al hombre liberado de todas las preocupaciones religiosas.
El Renacimiento es ante todo, un espíritu que trnasforma no sólo las artes, sino también las ciencias, las letras y formas de pensamiento. En su conjunto se ha visto una clara reacción al espíritu teológico de la Edad Media, sin embargo la ruptura no se produce de manera violenta porque no pocas de las concepciones que se van a desarrollar tuvieron su origen durante el medievo, y esto es claramente apreciable

Orígenes del Renacimiento

El Renacimiento tuvo su origen en Italia en los siglos XIV y XV, llegando a su apogeo al iniciarse el siglo XVI. De Italia se extiende lentamente por Europa excepto Rusia.

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En el transcurso de los cincuenta años que van desde 1520 a 1570, discurre la madura plenitud del Renacimiento y también se percibe su ocaso. Toda la Europa de Occidente toma parte ahora en el movimiento de las artes y de las letras.
La recepción de los gustos italianos se generaliza, los grandes maestros surgen ya no sólo en Italia, sino en todo el ámbito de las monarquías occidentales. Pero el desarrollo normal de la cultura renacentista se ve afectada por el hecho simultáneo de las luchas religiosas derivadas de la revolución protestante.
en el terreno artístico.

Características

El ideal común de este período viene definido por la esperanza de un renacer del ser humano a una vida verdaderamente "humana", mediante el recurso a las artes, las ciencias, la investigación... poniendo de manifiesto la consideración del ser humano como ser natural, en oposición a la consideración medieval del ser humano como ser-para-Dios.  

El retorno a los antiguos significa no sólo la recuperación de su obra, sino fundamentalmente el retorno al principio, a los orígenes de la vida humana, cultural, del ser humano. Volver al principio no significa volver a Dios, sino precisamente al terreno del hombre y del mundo humano. De ahí la valoración del pensamiento filosófico pre-cristiano. El retorno significa, además, una conquista. La vuelta a los orígenes, al principio, conlleva la conquista de la personalidad humana. El que este retorno se efectúa mediante las artes y las ciencias, y no mediante experiencias místicas interiores, por ejemplo, significa una búsqueda de la objetividad. En efecto, sólo la objetividad puede poner en evidencia el status original del hombre frente a la naturaleza, es decir, manifestar su origen y su condición humana.

Por lo mismo, el hombre es libre de decidir su conducta, de elegir su destino, lo que supone una exaltación de la libertad individual tanto en el orden teológico como el orden cultural y social.

Principales corrientes filosóficas

1. Una de las características más notables del Renacimiento es el antropocentrismo, lo que supone una valoración no sólo de la personalidad del ser humano, sino también de su individualidad.

2. También el naturalismo irá asociado al desarrollo del Renacimiento. Se destacan los aspectos naturales del hombre versus los aspectos sobrenaturales. Es algo de lo que encuentran los renacentistas que "vuelven" a Aristóteles: la separación del universo y de Dios y la exaltación de la naturaleza; al igual que los que se "vuelven" hacia Platón, buscando una religiosidad natural y la exaltación del hombre y de su libertad (el hombre no es malo, es ignorante, no necesita, pues, la gracia divina para su redención).

3. Bacon, Copérnico, Galileo, Kepler, son figuras centrales en el desarrollo de la ciencia, que supondrá la destrucción de la imagen ptolomeica del mundo, inspirada en el universo cerrado y geocéntrico de las dos esferas; la creciente y progresiva matematización de la naturaleza y el desarrollo del método experimental serán dos de las bazas más significativas de su triunfo.

4. El Renacimiento supone pues el renacer del espíritu de libertad de un ser humano que se quiere inserto en la naturaleza y en la historia.

La Política

La Política, en su significación clásica vinculada a la ética, como servicio público a la Ciudad, nada tiene que ver con las denominaciones impuestas por la Modernidad como Izquierda y Derecha, o Progresismo y Conservadurismo. Cualquier término que implique ese dualismo maniqueo de corte ideológico implica la reducción de la ciudadanía a mera agrupación de súbditos sometidos a un falaz espectro político que opera bajo sibilinas simplificaciones, manidos tópicos y burdas manipulaciones.

Es evidente que a la élite cleptocrática y plutocrática que ejerce el poder por vía de hecho no le interese acrecentar el sentido político sobre una educación integral en valores humanos y culturales tradicionales. De lo contrario no aplicaría una agresiva ingeniería social focalizada en atomizar al cuerpo social, promoviendo un individualismo que mina la capacidad racional y crítica del sujeto personal. Por eso mismo, con objeto de asegurar el control social dentro de un marco estabilizado, las estructuras de poder propugnan la disensión social por medio del juego político de espurias ideologías. Donde ha triunfado la Modernidad, es decir, la Revolución, este modelo político occidental se ha consolidado. Principalmente por medio de la emergencia de dos bloques de pensamiento ideológico unidireccionales, monolíticos pero complementarios, y que consiguieron materializarse en el bipartidismo, ya en sus orígenes con los jacobinos y los girondinos (Francia), pasando por los whigs y tories (Gran Bretaña), hasta los demócratas y republicanos (EEUU). Y a grandes rasgos, en todo nuestro entorno político, con los denominados progresistas y conservadores.

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